Tercera Parte, Capítulo 4
EJERCICIOS PRÁCTICOS PARA ENTRAR EN ARMONÍA CON LA VOLUNTAD DE DIOS

Para las personas que acepten la Doctrina de la Obediencia, enseñada en esta obra, damos algunos ejercicios prácticos para obtener un principio de armonía con la Voluntad de Dios, cuyos resultados serán inmensamente benéficos, siempre que con fe intensa se practiquem, llegándose a obtener diferentes manifestaciones, como sean: se sentirá una reconfortante paz de conciencia, influjos espirituales y desarrollo gradual de la VISIÓN y AUDICIÓN. Rogando intensamente, verán a nuestro Señor Jesucristo, como confirmación de la verdad de la Doctrina.

Es demás decir que si no se hacen estas prácticas con la devida fe, los resultados serán negativos.

Primera Práctica – Por la mañana, al despertar; y por la noche, antes de dormir, orar el Padrenuestro, conforme damos a continuación:

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. VENGA TU REINO. SEA HECHA TU VOLUNTAD, COMO EN LOS CIELOS, ASÍ TAMBIÉN EN LA TIERRA.

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DANOS HOY.

Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, ASÍ COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES.

Y NO NOS DEJES EN LA TENTACIÓN, MAS LIBRANOS DEL MAL: PORQUE TUYO ES EL REINO, EL PODER, Y LA GLORIA, POR TODOS LOS CICLOS DE LOS CICLOS. AMÉN.

Repetir, mentalmente, elevando el pensamiento a Dios, tres veces consecutivas: YO TE OBEDEZCO, PADRE MIO; YO TE OBEDEZCO, PADRE MIO; YO TE OBEDEZCO, PADRE MIO.

Hacer esta práctica siete días consecutivos.

Segunda Práctica – Orar el Padrenuestro, como en la práctica anterior, por la mañana y por la noche (al despertar y antes de dormir); y cada vez que haga esta oración, repetir mentalmente, elevando el pensamiento a Dios, también tres veces consecutivas, así:

DIOS MIO, YO HAGO TU VOLUNTAD; DIOS MIO, YO HAGO TU VOLUNTAD; DIOS MIO, YO HAGO TU VOLUNTAD.

Repetir esta práctica también siete días consecutivos.

Tercera Práctica - Orar, nuevamente, el Padrenuestro como en las prácticas anteriores, por la mañana y en la noche (al despertar y antes de dormir); y después de orar, repetir, mentalmente, elevando el pensamiento a Dios, tres veces consecutivas:

YO SOY LA VOLUNTAD DE DIOS; YO SOY LA VOLUNTAD DE DIOS; YO SOY LA VOLUNTAD DE DIOS.

Repetir esta práctica siete días consecutivos. 

Posteriormente, los creyentes podrán tener otras prácticas, ingresando en la SOCIEDAD DE FILOSOFIA TRANSCENDENTAL.

Las prácticas anteriores sirven para anular nuestra voluntad humana, y para hacernos entrar en la CORRIENTE DE LA OBEDIENCIA A DIOS.

Consejos y Advertencias - En la vida práctica, debemos pensar que hacemos las cosas por la Voluntad de Dios, bajo cuyo amparo nos colocamos; teniendo gran cuidado de hacer la Voluntad de Dios dentro de Sus Mandamientos y Estatutos; en primer lugar, de Sus Mandamientos.

"RESPONDIÓLES JESÚS: AMARÁS AL SEÑOR, TU DIOS, CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODA TU MENTE."

"ESTE ES EL PRIMERO Y MÁS GRANDE MANDAMIENTO."

"Y EL SEGUNDO ES SEMEJANTE A ÉSTE: AMARÁS AL PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO."

"DE ESTOS DOS MANDAMIENTOS PENDEN TODA LA LEY Y LOS PROFETAS." (S. Mateo, 22:37-40).

Por lo tanto, no podríamos pensar que procediendo mal haríamos la Voluntad de Dios, pues que "haríamos a Dios el autor de todos nuestros crímenes y delitos"; La Obediencia es para hacerse dentro del Bien, y jamás del Mal: 

"LA OBEDIENCIA NO ES PARA EL LIBERTINAJE."

Más claramente: no podemos obedecer a Dios para matar, robar, calumniar, cometer adulterio, para beber hasta la embriaguez, para el juego, para el uso de estupefacientes; en general, para aquello que nuestra conciencia nos haga ver que no es bueno.

Innecesario es advertir, también, que permaneciendo dentro de cualquier religión o secta, o practicando otros sistemas, otros métodos, para el desarrollo de los poderes llamados psíquicos, no se obtendrá jamás ninguna Manifestación del Espíritu Santo.

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Las Dos Grandes Leyes Espirituales
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