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  Las Dos Grandes Leyes Espirituales

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Presentación

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1 Cap.3
 
1 Cap.4
 
1 Cap.5
 
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1 Cap.7
 
1 Cap.8
 
1 Cap.9
 
1 Cap.10
 
1 Cap.11
 
1 Cap.12

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2 Cap.2
 
2 Cap.3
 
2 Cap.4

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3 Cap.2
 
3 Cap.3
 
3 Cap.4
 
3 Cap.5
 
3 Cap.6
 
3 Cap.7
 
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3 Cap.10

 

Las Dos Grandes Leyes Espirituales
Descerrando el velo que oculta el Misterio de la Voluntad de Dios

Primera Parte, Capítulo 11
LA RELIGIÓN PROTESTANTE

Los enormes excesos de la religión de Roma hicieron que muchos sacerdotes se separasen de esa religión, como lo hicieron Lutero (en 1517), Calvino, Zwinglio, y otros, dando origem a muchas sectas, que, con el nombre de Protestantes (denominación tomada por su actitud de protesto contra la iglesia dogmática), han sido sus mayores enemigos realisando una labor enérgica y perseverante, llevando a efecto uno de los más grandes esfuerzos para contrarrestar el predominio de Roma.

Se puede decir que la audacia temeraria cometida por Lutero, principalmente en una época en que el Vaticano disponía de tan colosales influencias y dinero, tuvo un resultado positivo, al arrancar millares de almas de las manos del clero romano.

¡Las 95 famosas Proposiciones presentadas por Lutero ante la Dieta de Worms tuvieron eco, posteriormente, en millares de almas!

La iglesia romana, desenmascarada en parte, sufrió un golpe casi mortal. No obstante, los protestantes no lograron destruir la poderosa Fuerza Negra que manejaba el mundo...

La lucha fue terrible. Mas al fin, los protestantes consiguieron el triunfo: en la actualidad, existen más protestantes que católicos.

Apenas en España, Portugal y en las naciones sudamericanas, existen vestígios en la actualidad, del poder de la iglesia romana. Aquel fanatismo de antaño disminuyó considerablemente, y los católicos quedaron reducidos a una precaria minoría, que continúa en esa religión más por costumbre de unos y por ostentación de otros que propriamente por una convicción religiosa.

Lutero no solamente corrigió la serie de crímenes y abusos del romanismo, mas también, haciendo obra constructiva, organizó el culto en normas más aproximadas a la Doctrina del Salvador: Mas, por otro lado, cuando Lutero y los sacerdotes antes mencionados abandonaron la iglesia romana, hacía ya mucho tiempo que ella estaba desviada, de modo que Lutero y todos los sacerdotes de su época no conocieron la tradición apostólica, perdida antes de los trecientos años de la venida de Jesucristo.

No conociendo, pues, la Clave de la Interpretación, establecieron la "interpretación libre de la Biblia", causando este sistema la formación de numerosas sectas.

En el fondo, no hay casi divergencia entre católicos y protestantes. Ambos creen que Cristo es Dios. Lo que los diferencia es solamente el culto externo.

Mas, repetimos, cualquier diferencia entre esas religiones es únicamente externa. En la base fundamental, o sea, en lo que podríamos llamar los "cimientos" de ambas religiones, están en armonia.

Y es precisamente el error de todas las religiones, y en el cual todas comulgan: el "principio" de libertad que sostienen, en oposición a la base fundamental del Cristianismo primitivo, explicado en este libro, tomando por testimonio el propio Evangelio de Cristo.

Vemos que el Protestantismo, humanamente hablando, esto es, materialmente, es inmensamente superior al "catolicismo romano". Pero, espiritualmente, están a idéntica distancia de la comprensión del verdadero Evangelio de Cristo, ya que estas dos religiones, con sus sectas, y todas las demás religiones, existentes en la actualidad en todo el mundo, sustentan el "libre albedrío", la "autodeterminación" y, consecuentemente, la responsabilidad de cada uno, según sus actos, delante del Tribunal de Dios. Por lo expuesto, vemos que ellas están dentro de la LEY DE LIBERTAD, Ley en la cual todos estamos sometidos a juicio; nadie se une a Dios.

Es indiscutible que, acostumbrados a pensar, através de muchas generaciones, con los mismos pensamientos, muchos no podrán facilmente, mas sí con grandes esfuerzos, eliminar el hábito mental del error en que viven, juzgando estar en la Verdad. Pero, los menos egoístas, los más espirituales y sinceros, rapidamente se convencerán de sus extravíos y seguirán la Santa Doctrina, que se apoya en el cumplimiento de la LEY DE OBEDIENCIA, sin la cual no hay salvación posible, como será evidenciado para los que sinceramente aspiren al conocimiento de la Verdad.

Por esto, sería necesario meditación profunda, ruego intenso, fervoroso, para recibir la Verdad, cuando leamos la Parte Final de esta obra, que tornará perfectamente clara para muchísimos la Doctrina. Para algunos, no obstante, será difícil comprenderla, como para otros será imposible, debido a que no quieren desligarse de los prejuicios que aceptan como Verdad.

Es indispensable, asimismo, tomar en consideración que la Verdad no se manifiesta a personas que llevan una vida material, desierta de pensamientos espirituales. Los que buscan la Verdad son los que la encuentran, y no los indiferentes.

Comprendemos que los "escogidos" son los que están libres de obstáculos, porque se desprendieron de los mismos, pues es imposible cualquier progreso espiritual sin la renovación de la mente.

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