PREFACIO DEL TRADUTOR

Esta obra, del destacado pedagogo, escritor y periodista peruano, Profesor Julio Ugarte y Ugarte que, con profundo conocimiento del Evangelio del Cristo, interpreta las santas enseñanzas, elucidando Misterios jamás expuestos en libro alguno, está destinada al aprecio de los estudiosos espiritualistas, que encontrarán oculta, en su concepción originalísima, la fuente de la más alta Sabiduría.

Como era natural, la novedad de la Doctrina por él enseñada atrajo la atención de millares de personas, en diversos países de América del Sur, y principalmente en este país, donde, desde hace algunos años, viene realizando conferencias en Porto Alegre, Pelotas y en esta ciudad, tal como la prensa, en su tiempo, ampliamente divulgó. Estas conferencias dieron lugar a que los hombres de espíritu más sereno y desapasionado se dedicasen a la práctica de la santa Doctrina. Los efectos no se hicieron esperar, y todos aquellos que sincera y perseverantemente se entregaron a esa labor, llegaron, entonces, a la conclusión de que la palabra del eminente Maestro era seguida por la demostración real de los hechos.

Sería ocioso describir todos los testimonios que, constantemente, manifiestan los miembros de las Sociedad de Filosofía Transcendental (Escuela de Iniciación Cristiana), de la cual es Presidente Fundador el Profesor Julio Ugarte y Ugarte; porque la comprobación de la Verdad por él predicada está perfectamente al alcance de todas las personas que pongan en práctica las notables enseñanzas contenidas en esta obra.

Por este motivo los instantes ruegos, al Fundador y Maestro de la Sociedad, de sus hermanos espirituales para que escribiese un libro, como medio más fácil de difundir la instrucción que él venía ministrando en sus discursos y conferencias, y que quedaba circunscrita a un número limitado de personas, en una época en que la humanidad, como impelida por fuerzas superiores, aspira a un estado de alma que no ha encontrado en las religiones ni escuelas filosófico-espiritualistas.

En el fondo, la enseñanza indica la trayectoria más directa para la formación del Cristo Interno, centella divina que tenemos todos los mortales, inerte en el hondo de la conciencia y cuyo despertar se produce con la práctica de la Obediencia, enseñada en esta obra, trayendo consigo el desarrollo de la "visión" y "audición" espirituales, en estado conciente y sin los peligros de los sistemas conocidos para la obtención de la mediunidad, además de los inmensos beneficios espirituales, morales y materiales, recibidos por todos los adeptos de la nueva Filosofía Cristiana, que tienen en sí el influjo divino de la Verdad a guiarles los pasos.

La Doctrina divulgada en este libro discrepa de todas las religiones y escuelas espiritualistas conocidas, porque no se basa en conocimientos propios, ni criterio personal, sino en la demostración directa, que cada uno podrá recibir, como sucedió a millares de adeptos del Cristianismo de los primeros siglos y acontece hoy con numerosas personas afiliadas a la novel Sociedad de Filosofía Transcendental.

Uno de sus puntos culminantes es la enseñanza de como por una simple disciplina mental pasamos de la Ley de Libertad, en que vivimos, a la Ley de Obediencia, operándose una transformación que da origen a la formación del Cristo Interior y que nos conducirá, gradualmente, en la medida de los esfuerzos empleados, hasta la más nítida comprensión del Evangelio de la Obediencia, enseñado por Cristo hace veinte siglos, y desconocido en la actualidad.

Esta Doctrina, basada en numerosas citaciones del Antiguo y Nuevo Testamento, es enseñada de modo accesible a todos los hombres, de cualquier grado de cultura, pero que se dispongan al abandono de ideas preconcebidas, y entonces, libres de esos obstáculos, estarán aptos a recibir la gran promesa de nuestro Señor Jesucristo para aquellos que vivieren en la Obediencia a Dios, Su Manifestación.

En las citaciones del Nuevo Testamento, destácanse las Epístolas de San Pablo como las que mejor definen el fundamento filosófico en que asientan las Dos Grandes Leyes Espirituales, Libertad y Obediencia.

La doctrinaje del gran Apóstol de los Gentiles ha sido objeto de estudio de notables pensadores, no sólo espiritualistas como también materialistas, todos ellos atraídos por la inmensa sabiduría que ese Heraldo del Cristianismo reveló en su apostolado. Sin embargo, ninguno de esos investigadores pudo jamás descorrer los espesos velos que ocultaban el verdadero sentido espiritual de la Doctrina, que, como dice el autor, se ha mantenido ausente del mundo durante diecisiete siglos.

Enseña el autor la Doctrina más sabia e auspiciosa que, apoyada en la Fuente Suprema de la Sabiduría, traza rumbos nítidamente definidos para que alcancemos el fin para el cual estamos todos destinados: la Unificación con Dios.

Relata antecedentes históricos de las diversas religiones y sociedades espiritualistas, describiendo aspectos jamás observados en todos los tiempos de su existencia.

Argumenta con sabiduría, historiando el lado económico-financiero de las naciones en faz de la religión, y vertiendo conceptos que se ajustan admirablemente al Brasil, en estos días en que el Gobierno y pueblo se esfuerzan por la renovación del ambiente, encaminándose por directrices más elevadas, de acuerdo con el inmenso desarrollo que, día a día, tiene este país, el primero de la América del Sur por su población. La nacionalidad necesita reunir el esfuerzo colectivo de sus hijos, dentro de nuevas modalidades que estén al nivel del progreso evolutivo de los mismos, para que pueda surgir una corriente poderosa que se encamine, eficientemente, para el levantamiento moral de la vida privada y pública de los ciudadanos.

Demuestra, con la evidencia de los hechos, el fracaso universal de todas las religiones, métodos y sistemas puestos en práctica.

Sustenta no haber progreso espiritual en cuanto no se tome en consideración el factor individual, que tiene por base la educación (como complemento de la instrucción), mas dentro de la Doctrina primitiva del Cristo, equivale a decir, en completa armonía con los principios espirituales emanados de la Eterna Verdad.

El Profesor Julio Ugarte y Ugarte focaliza, magistralmente, temas que actualmente envuelven a la opinión mundial, aclarando, en un estudio profundo, la influencia que ejerce en la prosperidad de los pueblos la defensa de sus altos intereses económico-financieros contra las explotaciones de organizaciones religiosas, convertidas en enormes empresas de lucro comercial e industrial, dando margen a la evasión de sumas fabulosas, y trayendo consigo las consecuencias fatales inherentes a ese desequilibrio de la balanza económico-financiera.

Libro notable, proporcionado al mundo en contraste con una época caracterizada por la decadencia, por la pobreza casi absoluta de ideas, que se patentiza en la estagnación del ambiente moral de la humanidad, en una repetición diuturna de viejísimos prejuicios.

Nos viene a la mente, a raíz de su lectura repleta de ineditismo, una serie de sugestiones saludables, que denotan muy bien la Fuente Grandiosa donde fué inspirada esta obra monumental.

Igualmente, nos sugiere, al describir las experiencias realizadas en los pueblos anglo-sajones, que puedan ellas servir de ejemplo a los brasileños, para que se aparten de las mismas normas que fueron anuladas por aquellos que, a tiempo, previeron el mal, evitándolo.

Cupo a Brasil ser el país predestinado para cuna del Renacimiento Cristiano, con la grande predicación de la Doctrina del Redentor en su pureza absoluta, como vantajosísima substitución de las falsas doctrinas, confirmándose así los pronósticos de grandes pensadores a respecto de la valerosa raza del futuro, que tendría su nacimiento en América del Sur.

Y, estamos ciertos, el pueblo brasileño se mostrará digno de la bendición celestial emanada del Altísimo, y podrá un día merecer la gratitud de la humanidad, en la medida que la Doctrina de la Obediencia, Campeadora Divina, abarque el orbe, iluminando las conciencias de todos los que están inscritos en el Libro de la Vida, cumpliendo el determinismo exacto de la profecía, en esta hora culminante de la História.

Al escribir este prefacio, pasamos por alto muchísimas enseñanzas presentadas en esta obra, teniendo en vista que la simple lectura atenta de su contenido torna innecesaria cualquier recomendación.

Tratándose de un tema tan profundo, procuré en la traducción reproducir lo más fielmente posible el pensamiento del autor, con la intención de servir a la humanidad, en la medida de mis fuerzas, y, especialmente, a todos los caros cofrades de la SOCIEDAD DE FILOSOFIA TRANSCENDENTAL, como modesto cooperador en la reconstitución de la sapientísima Doctrina del Salvador.

Astrogildo Otacílio Noronha
Director de la Sección Brasileña de la
Sociedad de Filosofia Transcendental

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Las Dos Grandes Leyes Espirituales
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