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  Las Dos Grandes Leyes Espirituales

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Presentación

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1 Cap.11
 
1 Cap.12

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2 Cap.2
 
2 Cap.3
 
2 Cap.4

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Las Dos Grandes Leyes Espirituales
Descerrando el velo que oculta el Misterio de la Voluntad de Dios

Tercera Parte, Capítulo 2
ESCLARECIMIENTOS DE LA LEY DE OBEDIENCIA

La descripción hecha por el Espíritu Santo, contenida en el Capitulo anterior, y que por Su orden escribí, en obediencia a Su VOLUNTAD, como todo este libro, tiene su complemento en una infinidad de enseñanzas diseminadas por todas las Escrituras; algunas muy comprensibles, para aquellos que están dentro de la LEY DE OBEDIENCIA; pero otras con velos tan densos que no es posible aclarar, para evitar desfiguraciones y desvíos, tan frecuentes en los primeros siglos del Cristianismo, y que fueron aumentando, progresivamente, hasta hacer desaparecer completamente del mundo la Verdadera Doctrina. Pues sus vestigios fueron apagados por los hombres que, estando dentro de la LEY DE LIBERTAD, jamás pudieron romper los velos más sagrados del EVANGELIO, en cumplimiento de las profecías, hasta que llegase, en estos días, "el vencimiento de los tiempos..."

El mundo entero se maravillará de la Potencia del Verdadero EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y PADRE NUESTRO, en el sentido de que, habiendo venido a la tierra, como nosotros (nacido con la idea predominante de libertad, de conformidad con las sugestiones reinantes en la Humanidad desde nuestros primeros padres según la carne, Adán y Eva, sugestiones que se esparcieron de generación en generación, y así lo será hasta el final del mundo), fue Él el primero que abandonó los errores de las religiones y sectas humanas y de espíritus, y habiendo conocido la Santa Doctrina, que recibió del Divino Padre, la practicó, morando así Dios en la tierra.

Jesús, pues, nació "EN SEMEJANZA DE HOMBRE DE PECADO" (Romanos, 8:3), esto es, dentro de la LEY DE DESOBEDIENCIA. Él se hizo desobediente, para salvar a los desobedientes. Equiparose a nosotros, los humanos, para llevarnos a la Verdad. Nivelose a la mentalidad libre del hombre, para salvar a toda la Humanidad, si no en este ciclo, en los subsiguientes.

"TODOS, PUES, CON ÉL TENEMOS LA ESPERANZA DE SALVACIÓN."

Mas, conforme estaba profetizado, desde la juventud fueron abiertos Su oído y visión espirituales (Salmos, 40:6, y Job, 33:26). Desde entonces, Dios manifestóSeLe, bajo el aspecto de Padre Espiritual (aspecto bajo el cual jamás se había manifestado antes). El MISTERIO DE LA VOLUNTAD, por la primera vez, fue revelado en la Tierra. Él agradose de cumplir Su voluntad Divina, según estaba profetizado:

"EL HACER TU VOLUNTAD, ¡OH! DIOS MIO, HA AGRADADO MI ALMA. RETIRA EL PRIMERO, PARA ESTABLECER EL POSTRERO." (Hebreos, 10:9).

Dentro de Su Voluntad Superior, rogaba. Su ruego, así, fue oído. En Él principió a morar el Espíritu Santo de Dios:

"Y REPOSARÁ SOBRE ÉL EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ; EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA Y DE INTELIGENCIA, EL ESPÍRITU DE CONSEJO Y DE FORTALEZA, EL ESPÍRITU DE CONOCIMIENTO Y DE TEMOR DE JEHOVÁ." (Isaías, 11:2).

A medida que el niño Jesús, poseedor del MISTERIO, hacía internamente en todos Sus actos la VOLUNTAD DEL PADRE CELESTIAL, fue creciendo en Él el Espíritu Santísimo de Dios. El fue caminando de poder en poder espiritual, "de Verdad en Verdad, de Triunfo en Triunfo, de Gloria en Gloria, "en el Espíritu Omnipotente del Padre Celestial. Nuestro Señor Jesucristo moraba, simultáneamente, en la Tierra y en los Cielos.

Su poder fue aumentando, a medida que llegaba a conocer todos los Misterios del Padre Celestial. Por Su VOLUNTAD SUPERIOR se identificó con la VIDA que tenía Su ESPÍRITU antes de venir al Mundo.

Su Espíritu no podía tener tamaño Poder sin haber padecido, como estaba profetizado:

"Y AUNQUE ERA HIJO, APRENDIÓ LA OBEDIENCIA POR LAS COSAS QUE SUFRIÓ;

"Y, DESPUÉS DE CONSUMADO, TORNÓSE AUTOR DE LA SALVACIÓN ETERNA PARA TODOS LOS QUE LE OBEDECEN." (Hebreos, 5:8 y 9).

Jesús, pues, se sujetó a Su Voluntad Superior, y aunque llegase a esa Conciencia Superior, a Dios, en Su Unificación con el Padre, despojándoSe de Sus Poderes Divinos, Omnipotentes, equiparándoSe a los hombres, tomando la forma de siervo:

"HUMILLOSE A SÍ MISMO, HACIÉNDOSE OBEDIENTE HASTA LA MUERTE, Y MUERTE DE CRUZ." (Filipenses, 2:8).

Este fue el mayor sacrificio que hizo el propio Dios para salvar a los hombres.

El Conocimiento, o sea, la Verdad que Cristo recibió por la revelación del Padre, Le salvó del Pecado y de la Muerte, de la DESOBEDIENCIA. Y salvándose Él, convirtiose en SALVADOR DEL MUNDO.

Jesucristo es el UNIGÉNITO entre los muertos (entre los libres), y por Su Espíritu de Obediencia y Negación llegamos al Padre.

Jesús cumplió Su Voluntad Divina, dentro de Sus Mandamientos y Estatutos, obtenidos por revelación, para UNIFIRCARSE CON EL PADRE TODOPODEROSO.

Al morir en la cruz, al dejar el mundo físico, "RECIBIÓ SU ÚLTIMA GLORIFICACIÓN."

El Unigénito recibió, por herencia del Padre, la Omnipotencia de Dios.

Nuestro Señor Jesucristo nos mostró el Camino, la Verdad y la Vida Verdadera.

Todos, sin excepción, siguiendo el mismo Camino, tendrán el Poder de Jesús:

"LA GLORIA QUE TÚ ME DISTE, YO LES HE DADO, PARA QUE SEAN UNO CONMIGO, COMO NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS UNO." (S. Juan, 17:22).

Los que siguen la Obediencia a Dios, llegarán a sentarse junto con Cristo en el Trono del Padre, Dios Todopoderoso:

"AL VENCEDOR YO LE HARÉ SENTARSE CONMIGO EN MI TRONO, ASÍ COMO YO VENCÍ Y SENTÉME CON MI PADRE EN SU TRONO." (Apocalipsis, 3:21).

Confirmando este Evangelio, en realidad siempre Buena Nueva, que es dado al mundo como un renuevo de la Vid, pasados tantos siglos de oscuridad, recordemos las célebres palabras del Antiguo Testamento:

"NO SE MUEVE NI LA HOJA DE UN ÁRBOL QUE NO SEA POR LA VOLUNTAD DE DIOS."

"¿Qué más vale, un pensamiento nuestro o el movimiento de la hoja de un árbol?."

"¿NO SE VENDEN DOS PAJARITOS POR UN AS? SIN EMBARGO, NI UNO DE ELLOS CAERÁ EN TIERRA SIN LA VOLUNTAD DE VUESTRO PADRE."

"Y CUANTO A VOSOTROS, AUN LOS CABELLOS DE VUESTRA CABEZA ESTÁN TODOS CONTADOS."

"NO TEMAIS, PUES: MÁS VALEIS VOSOTROS QUE MUCHOS PAJARILLOS" (S. Mateo, 10:29-31).

Todo está sujeto a la Voluntad de Dios: Su Voluntad Omnipotente exteriorízase dando vida y ordenando el Universo, visible e invisible, en sus mínimos detalles.

Todos estamos sujetos a la Voluntad de Dios: libres y siervos, desobedientes y obedientes.

"ENTONCES DIJO JESÚS A SUS DISCÍPULOS: SI ALGUIEN QUISIERE VENIR EN POS DE MÍ, NIÉGUESE A SÍ MISMO, TOME SU CRUZ Y SÍGAME." (S. Mateo, 16:24)

Exortación que hace el Señor para que, aquellos que se están esforzando para alcanzar el Espíritu de Cristo, nieguen todos sus pensamientos como nacidos de si mismos, como hombres libres; nieguen su vida personal, para adquirir Su Mente: Obediencia dentro de Sus Mandamientos y Estatutos, en humildad y conformidad con la Santa Voluntad de nuestro Padre Celestial.

Enseñanza sublime, maravillosa, por la cual, "haciéndonos prisioneros de Dios", con Cristo en nosotros, llegaremos a la verdadera Libertad, la LIBERTAD EN DIOS.

"EN VERDAD OS DIGO QUE, SI NO OS CONVIRTIEREIS Y OS HICIEREIS COMO NIÑOS, NO ENTRARÉIS EN EL REINO DE LOS CIELOS."

"QUIEN, PUES, SE TORNAR HUMILDE COMO ESTE NIÑO, ÉSE SERÁ EL MÁS GRANDE EN EL REINO DE LOS CIELOS." (S. Mateo, 18:3 y 4).

El niño es, por naturaleza, obediente y sincero, exento de los prejuicios de las personas adultas. 

Por lo tanto, es necesario el abandono de los prejuicios científicos y filosóficos o religiosos, producto de la mente humana, material, finita, perecedera, para comprender la Doctrina del Salvador.

"JUAN LES RESPONDIÓ: EL HOMBRE NO PUEDE RECIBIR COSA ALGUNA, SI NO LE FUERE DADA DEL CIELO." (S. Juan, 3:27).

Recibimos todo de Dios, y debemos darLe gracias. De nosotros mismos nada poseemos: todo viene de Él.

"YO NO RECIBO GLORIA DE LOS HOMBRES."

"¿CÓMO PODEIS CREER VOSOTROS QUE RECIBÍS GLORIA UNOS DE OTROS, Y NO BUSCAIS LA GLORIA QUE VIENE DEL ÚNICO DIOS?" (S. Juan, 5:41 y 44).

Cristo no recibió poder alguno de los hombres, todo el Poder (Gloria) lo recibió de Dios.

Dentro de la LEY DE LIBERTAD los hombres se glorifican unos a otros. Por lo tanto, no proceden con justicia para con Dios: pues Le niegan todo el Poder (Gloria) a Él. Por su injusticia, quedan sin entendimiento espiritual, incrédulos. Integrados en la LEY DE OBEDIENCIA, decimos la Verdad, hacemos justicia a Dios, porque nos despojamos de cualquier poder de nosotros mismos; buscamos la Voluntad de Dios, nuestra Gloria permanente.

"PORQUE EL PAN DE DIOS ES EL QUE BAJÓ DEL CIELO Y DA VIDA AL MUNDO." (S. Juan, 6:33).

Para vivir la Vida Verdadera, comamos el Pan: Mente de Cristo, hecha por Dios, un Estado de Conciencia Universal, que se adquiere pensando que en todo obedecemos a Dios, mas obedeciéndoLE dentro de Sus Mandamientos y Estatutos. Sólo así vive Cristo en nosotros por la Fe que Él tuvo en la palabra de Dios, antes de unificarse a Él en Potencia y en Su LUZ SUPREMA.

"JESÚS LES RESPONDIÓ Y DIJO: MI DOCTRINA NO ES MÍA, SINO DE AQUÉL QUE ME HA ENVIADO."

"SI ALGUIEN QUISIERE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS CONOCERÁ SI LA DOCTRINA ES DE ÉL O SI HABLO POR MÍ MISMO."

"ÉL QUE DE SÍ MISMO HABLA, BUSCA SU PROPIA GLORIA; PERO ÉL QUE BUSCA LA GLORIA DEL QUE LE HA ENVIADO, ÉSE ES VERAZ Y NO HAY EN ÉL INJUSTICIA." (S. Juan, 7:16-18).

Nuestro Señor Jesucristo, hablando a hombres materiales, les dijo que la Doctrina no era de Él, mas del Padre que lo había enviado. Y como demostración para todos los hombres, para toda la humanidad, Él pide que hagan la Voluntad de Dios, y así llegarán a la convicción de que la Doctrina, enseñada en esta obra, la misma que Él ensenó, es de Dios y no de hombres, ni de espíritus de hombres. En nuestro Señor Jesucristo habló Dios, enseñando al mundo.

En la LEY DE LIBERTAD, los hombres, en realidad, niegan a Dios y a Su Hijo Jesucristo, porque niegan Su Potencia. Los hombres buscan su "voluntad inferior", se dicen "libres" y, en su ignorancia, niegan el Dominio que tiene Dios sobre ellos mismos, y sobre todo el Universo, y sobre los almas que Él crió; niegan la Verdad que enseñó en la Tierra el propio Dios; son injustos, porque obedecen a la Injusticia. En este error cayó la falsa iglesia de Roma, y desvió el criterio del mundo, ¡seduciendo a millones y millones de almas!

En la LEY DE OBEDIENCIA, internamente, todo el poder que tenemos lo damos a Dios, porque poseemos la MENTE DE CRISTO; somos justos, porque obedecemos a la Justicia; hacemos justicia a Dios, o mejor dicho, Cristo en nosotros lo hace, buscando Su Voluntad Superior.

"ENTONCES JESÚS TORNÓ A HABLARLES, DICIENDO: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO; ÉL QUE ME SIGUE, DE NINGÚN MODO ANDARÁ EN TINIEBLAS, SINO QUE TENDRÁ LA LUZ DE LA VIDA." (S.Juan, 8:12).

El que sigue la LEY DE CRISTO no anda en las tinieblas: la claridad del Cielo se le manifestará; Cristo ve en Sus obedientes.

La mente material, gradualmente, es substituida por la Mente Iluminada de Cristo, el Espíritu Santo de Dios.

"SABEMOS QUE DIOS NO OYE A LOS PECADORES; PERO SI ALGUIEN TEMER A DIOS Y HICIERE SU VOLUNTAD, A ÉSE ÉL OYE." (S. Juan, 9:31).

Como ya hemos aclarado, pecadores son todos aquellos que viven en la LEY DE LIBERTAD. Mas, siendo temerosos de Dios, reconociendo que sólo Él tiene el Poder, y pasando a vivir en la LEY DE OBEDIENCIA, como siervos de Cristo, son oídos por Dios.

"DIJÓLE ENTONCES PILATOS: ¿A MÍ NO ME RESPONDES? ¿NO SABES QUE TENGO PODER PARA CRUCIFICARTE Y PODER PARA SOLTARTE?"

"RESPONDIÓLE JESUS: NO TENDRÍAS SOBRE MÍ PODER ALGUNO, SI NO TE HUBIERA SIDO DADO DE LO ALTO: POR ESTO EL QUE ME HA ENTREGADO A TI TIENE MAYOR PECADO." (S. Juan, 19:10 y 11).

Como vemos, claramente, nuestro Señor Jesucristo no reconoció poder alguno en los hombres, si éste no fuera dado por Dios. Se deduce, por lo tanto, que por Su Voluntad, se sacrificó pra salvarnos de la LEY DE LIBERTAD, dentro de la cual estamos sometidos a juicio, separados de Dios.

"Y NOSOTROS SOMOS TESTIGOS DE ESTAS COSAS, Y TAMBIÉN EL ESPÍRITU SANTO, QUE DIÓS DIÓ A LOS QUE LE OBEDECEN." (Hechos, 5:32).

Los Discípulos y Apóstoles del Señor constataron primeramente la veracidad de la Doctrina que hoy renace, como también el Espíritu Santo, que mora en los que fielmente viven en la LEY DE OBEDIENCIA.

"Y ADELANTANDOSE UN POCO, SE POSTRÓ SOBRE SU ROSTRO EN TIERRA Y ORÓ: PADRE MÍO, SI ES POSIBLE, PASE DE MÍ ESTE CÁLIZ; SIN EMBARGO, NO SE HAGA COMO YO QUIERO, SINO COMO QUIERES TÚ."

"TORNANDO A RETIRARSE, ORÓ POR SEGUNDA VEZ: PADRE MÍO, SI ESTE CÁLIZ NO PUEDE PASAR SIN QUE YO LO BEBA, HÁGASE TU VOLUNTAD."

"DEJÁNDOLOS NUEVAMENTE, FUE A ORAR POR LA TERCERA VEZ, REPITIENDO LAS MISMAS PALABRAS." (S. Mateo, 26:39, 42 y 44).

Con estas palabras que el Señor Jesucristo profirió en el Monte de los Olivos, antes de su prisión, Él nos da el ejemplo de como en la LEY DE OBEDIENCIA debemos estar resignados a Su Voluntad.

"ISRAELITAS, ESCUCHAD ESTAS PALABRAS: JESÚS EL NAZARENO, VARÓN A QUIEN DIOS ACREDITÓ JUNTO A VOSOTROS CON PODERES, PRODIGIOS Y SEÑALES QUE DIOS HIZO POR MEDIO DE ÉL ENTRE VOSOTROS, COMO VOSÓTROS MISMOS SABÉIS;

SIENDO ÉSTE ENTREGADO SEGÚN EL DESIGNIO DETERMINADO Y EL CONOCIMIENTO ANTICIPADO DE DIOS, VOSOTROS LO MATASTES, CRUCIFICÁNDOLO POR MANOS DE INICUOS;

AL CUAL DIOS LE RESUCITÓ, SOLTANDO LAS ATADURAS DE LA MUERTE, POR CUANTO NO ERA POSIBLE QUE FUERA RETENIDO POR ELLA." (Hechos, 2:22-24).

Estas palabras, que el Espíritu Santo, Dios, proferió por la boca del Apóstol San Pedro, nos enseñan, más una vez, que el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo fue por su Voluntad Divina para darnos la salvación.

¿No lo hicieron así todos los Apóstoles? ¿No fueron UNO con Cristo? ¿No fueron UNO con Dios?

Los impíos, que estaban dentro de la LEY DE LIBERTAD, de la Ley de la Desobediencia, de la Ley del Pecado y de la Muerte, esos fueron los inicuos.

Bien puede imaginar toda la humanidad a que distancia está de la Verdadera Doctrina de nuestro Señor Jesucristo, si no tiene el "oído espiritual" ni la "visión espiritual", que Cristo da a Sí mismo en Sus Obedientes... Poderes, "dones", que se desarollan, paulatinamente, a medida que se encamina el espíritu por la Senda del Redentor.

Los poderes de VER y OIR espiritualmente recibirán todos los hombres que, sujetándose a Dios, hicieren Su Voluntad dentro de Sus Santos Mandamientos y Estatutos. Quien no VE ni OYE, no puede interpretar las Sagradas Escrituras, las Palabras de Dios.

"Y RESPONDIENDO PEDRO Y LOS APÓSTOLES, DIJERON: ES MENESTER OBEDECER Á DIOS ANTES QUE Á LOS HOMBRES". (Hechos, 5:29).

Aquellos que obedecen a los hombres, antes que a Dios; los que obedecen a doctrinas o religiones, mandamientos de hombres y de espíritus, y no a la Doctrina de Dios, están en la LEY DE LIBERTAD; dentro de la cual nadie se salva y tienen que renacer hasta que encuentren el Camino, pasando por todos los sufrimientos y dolores inherentes a la condición humana

"Y YO ME ACORDÉ DE LA PALABRA DEL SEÑOR CUANDO DIJO: JUAN, EN VERDAD, BAUTIZÓ CON AGUA, PERO VOSOTROS SERÉIS BAUTIZADOS CON EL ESPÍRITU SANTO." (Hechos, 11:16).

l "bautismo con agua" es un símbolo de lo que se pasa espiritualmente con el espíritu, que queda limpio con la Manifestación del Espíritu Santo, y cuando se ha pasado por todas las "pruebas". Recuérdese que los Apóstoles recibieron esa Manifestación después de la muerte física y resurrección del Señor. En el fondo, el bautismo con agua a nadie limpia del pecado. El propio Señor no bautizó con agua, y el gran Apóstol Pablo, como lo declara él, bautizó muy pocas personas con agua. Cuando recibieron el Espíritu Santo, bautizaron con el Espíritu Santo a los hombres que tenían Fe, y éstos salían sabiendo todas las cosas, conforme está narrado en los Hechos. Los bautizados con el Espíritu Santo eran "videntes" y "oyentes", por el Espíritu de Dios que moraba en ellos, dentro de la LEY DE CRISTO.

Se impone una aclaración: no se trata aquí de la "videncia" ni de la "audición" que poseen los "mediuns", que viven en la LEY DE DESOBEDIENCIA o LEY DE LIBERTAD. En esta Ley no pueden recibir la Manifestación del Espíritu Santo ni conocer las verdades espirituales, que sólo es posible obtener mediante la formación en nosotros del Cristo Interior, alcanzable únicamente dentro de la LEY DE OBEDIENCIA, integrados en la Doctrina de la Salvación.

Desviado de la Verdad, nadie alcanza este poder, que es, sin excepción, tan sólo para los hombres que viven en la Ley de Cristo. Este poder se perdió en la Tierra desde el tiempo en que, como dijimos anteriormente, los falsos sacerdotes y doctores se desviaron de la Doctrina, desviando así a todos sus seguidores, hasta la actualidad.

"PUES CUANDO ERAIS SIERVOS DEL PECADO, ESTABAIS LIBRES RESPECTO DE LA JUSTICIA." (Romanos, 6:20).

Confírmase el hecho de que, obedeciendo a la Desobediencia, los hombres no alcanzan la justificación, necesaria para la santificación, y esta, a su vez, necesaria para la glorificación, o sea, el Poder de Dios en las almas para realizar la Unificación. Y, al contrario, los siervos de la Desobediencia, como se declaran "libres", son juzgados como "libres" por la justicia Divina.

"PORQUE TODOS LOS QUE SON GUIADOS POR EL ESPÍRITU DE DIOS, ÉSTOS SON HIJOS DE DIOS". (Romanos, 8:14).

Por este pasaje se comprende que solamente son hijos de Dios los que son guiados por el Espíritu Santo de Dios, que habla a Sus siervos, los obedientes. Para recibir la adopción de hijos, como Cristo, el Primogénito entre muchos hermanos obedientes al Padre, es indispensable cumplir la Doctrina, que tiene por fundamento la LEY DE OBEDIENCIA. ¡Puede verse cuan lejos están los hombres de ser hijos de Dios!

"PORQUE EL FIN DE LA LEY ES CRISTO, PARA LA JUSTIFICACIÓN DE TODO EL QUE CREE." (Romanos, 10:4)

Efectivamente, con Cristo terminó la Ley dada a Moisés, que es para los "libres"; porque la LEY DE CRISTO es para los que creen en Su LEY, los cuales quedan justificados.

"PORQUE NO ME ATREVERÉ A HABLAR DE COSA ALGUNA SINO DE AQUELLAS QUE CRISTO OBRÓ POR MÍ PARA LA OBEDIENCIA DE LOS GENTILES, DE PALABRA Y DE OBRA." (Romanos, 15:18).

El Apóstol de los Gentiles negó su "yo inferior", su "yo personal", su "yo irreal", su "yo individual", con su "voluntad inferior", su "voluntad irreal". La "voluntad inferior" es inherente al "yo inferior". La "Voluntad Superior" es inherente al "Yo Superior", lo que queda perfectamente demostrado con las seguientes palabras de Cristo, de Dios, en el Santo Apóstol:

"VIVO NO MÁS YO, MAS CRISTO VIVE EN MÍ." (Gálatas, 2:20).

Fue, pues, Cristo, Dios, que en Pablo y demás Apóstoles enseñó la Obediencia Verdadera, como también lo hizo en cada uno de Sus Discípulos, que siguieron la enseñanza dada por Él en Sus Apóstoles y Profetas.

"¿NO SABÉIS QUE SOIS TEMPLO DE DIOS Y QUE EL ESPÍRITU DE DIOS HABITA EN VOSOTROS?" (1 Corintios, 3:16).

Debe tenerse presente que las Epístolas y el Apocalipsis son dirigidos a las Primeras Siete Iglesias, que recibieron la Santa Doctrina; y por la Fé, con la práctica de la LEY DE OBEDIENCIA, Cristo moraba en Sus Siervos; lo que no acontece en los "libres", contrarios a la Verdad por su ignorancia, debida a su incredulidad.

"¿ACASO NO SABEIS QUE VUESTRO CUERPO ES TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO, QUE HABITA EN VOSOTROS, EL CUAL OS FUE DADO POR DIOS, Y QUE NO SOIS DE VOSOTROS MISMOS? (1 Corintios, 6:19).

Estas Santas Palabras no son dirigidas a todos indistintamente, como generalmente se cree, mas exclusivamente a los que están en la LEY DE CRISTO, en la cual llegamos a ese estado de Conciencia Superior, que nos hace ver que no somos nuestros.

"NO SIRVIENDO AL OJO, COMO AGRADAR AL HOMBRE, SINO COMO SIERVOS DE CRISTO, HACIENDO DE CORAZÓN LA VOLUNTAD DE DIOS." (Efesios, 6:6).

Entre las Palabras de Dios, en la boca de Su Siervo Cristo, que vive en Sus Siervos, encontramos las que acabamos de leer, enseñando, con toda claridad, como debemos hacer la Voluntad de Dios: internamente, de corazón, mentalmente.

"PORQUE ES DIOS EL QUE OBRA EN VOSOTROS TANTO EL QUERER COMO EL OBRAR SEGÚN SU BUENA VOLUNTAD." (Filipenses, 2:13).

Realmente, así es, porque el Señor dijo: 

"SI ALGUIEN ME AMARE, GUARDARÁ MI PALABRA, Y MI PADRE LE AMARÁ, Y NOSOTROS VENDREMOS A ÉL Y EN ÉL HAREMOS MORADA." (S. Juan, 14:23).

Para obtener tamaña promesa es indispensable comprender y practicar la LEY DE OBEDIENCIA.

"¡CUÁNTO MÁS LA SANGRE DE CRISTO, QUE POR EL ESPÍRITU ETERNO A SÍ MISMO SE OFRECIÓ IMACULADO A DIOS, PURIFICARÁ VUESTRAS CONCIENCIAS DE LAS OBRAS DE MUERTE PARA QUE SIRVAIS AL DIOS VIVO!" (Hebreos, 9:14).

Es el Espíritu de Cristo en nosotros, que, por la Obediencia, vive en nosotros, el que limpia nuestras conciencias de las obras muertas, practicadas cuando vivíamos en la LEY DE LIBERTAD. Y así, justificándoSe Cristo en nosotros, servimos al Dios Vivo, en el Espíritu.

"DIJO ENTONCES: HEME AQUÍ PARA QUE HAGA, ¡OH! DIOS, TU VOLUNTAD. RETIRA EL PRIMERO PARA ESTABLECER EL POSTRERO."

"EN ESTA VOLUNTAD HEMOS SIDO SANTIFICADOS POR LA OFRENDA DEL CUERPO DE JESUCRISTO "HECHA" UNA SOLA VEZ." (Hebreos, 10:9 y 10)

Conforme estaba profetizado, el Señor Jesucristo repitió las mismas palabras:

"HEME AQUÍ (EN EL VOLUMEN DEL LIBRO ESTÁ ESCRITO DE MÍ) PARA HACER, ¡OH! DIOS, TU VOLUNTAD." (Hebreos, 10:7).

Por la misma Voluntad, pidió el "Señor al Señor": "RETIRA EL PRIMERO PARA ESTABLECER EL POSTRERO." Esto es, que retirase el espíritu del primer Adán, con su libertad, material, rebelde, desobediente, para establecer el Espíritu del segundo Adán: el Señor, Cristo, obediente a Su Voluntad, el Padre, Dios.

El primer Adán hace su voluntad humana; el segundo Adán, que es el Señor, hace en nosotros Su Voluntad Divina, con la cual nos justifica y después nos santifica, para ser glorificados.

"Y EL DIOS DE PAZ, QUE SACÓ DE ENTRE LOS MUERTOS, POR LA SANGRE DEL TESTAMENTO ETERNO, A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, EL GRAN PASTOR DE LAS OVEJAS,

"OS HAGA APTOS PARA TODA OBRA BUENA, PARA QUE HAGAIS SU VOLUNTAD, HACIENDO ÉL EN VOSOTROS LO QUE ES GRATO EN SU PRESENCIA, POR JESUCRISTO, A QUIEN "SEA" LA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN." (Hebreos, 13:20 y 21).

El Dios de paz sacó de los "libres" a nuestro Señor Jesucristo, el Gran Pastor de Sus Siervos, por el testamento eterno, para la salvación de todos los hombres que hagan Su Voluntad. Es, pues, la Voluntad de Dios, en nosotros, por Cristo, que debemos buscar, esto es, practicarla todos los días, hasta llegar a la Obediencia perfeccionada, o sea, la Obediencia dentro de todos los Mandamientos y Estatutos del Señor Jesucristo y Padre nuestro, de conformidad con Su Evangelio.

"SOMETEOS A DIOS; RESISTID AL DIABLO, Y ÉL HUIRÁ DE VOSOTROS; (Santiago, 4:7).

Esta exortación es para que entremos en la LEY DE OBEDIENCIA a Dios, resistiendo a nuestra voluntad humana, con la cual obedecemos, inconcientemente, al Diablo; resistiendo, pues, a nuestra "voluntad inferior", resistimos al:

"PRÍNCIPE DE LA POTESTAD DEL AIRE, QUE ACTÚA EN LOS HIJOS DE LA DESOBEDIENCIA" (Efesios, 2:2), que se emancipó de Dios. Resistiendo a nuestra voluntad humana, nuestra voluntad huirá de nosotros; dejamos lo que no nos conviene; y tomamos lo que nos conviene: nuestra VERDADERA VOLUNTAD.

"EL MUNDO PASA, Y TAMBIÉN SU CONCUPISCENCIA; MAS EL QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, PERMANECE PARA SIEMPRE." (Epístola Universal de S. Juan Apóstol, 2:17).

Enseñanza que nos hace ver que debemos preferir seguir el Evangelio del Dios Vivo, dejando lo que es transitorio, que es vanidad, para alcanzar la Vida Eterna, en el Espíritu de Dios.

"HUMILLAOS DELANTE DEL SEÑOR, Y ÉL OS ENSALZARÁ." (Santiago Apóstol, 4:10).

Imitemos Cristo, y tendremos el Espíritu de Cristo, y seremos exaltados con Él. Humillándonos a nuestra Voluntad Verdadera, Divina, Ilimitada, llegaremos a la Verdad, y con Ella, ¡alcanzaremos la Libertad Infinita!

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